Del desamor al amor: Cajón de frases, citas, pensamientos y reflexiones (4)





Reta el corazón a la voraz sinrazón: en el desacato de las ilusiones hallarás el modo de generar tensiones.

Modela tu verdad y fortalécela en el horno de los reales hechos, pues ante los lechos de los satisfechos vela la diosa felicidad.

Si el enamoramiento te prenda espera que pasen las primeras pasiones y, antes de traspasar el umbral del futuro, tu sentimiento deberá ser distinto, más nunca inferior, tu ardor puede decaer, que no desparecer, y de la confianza, la admiración y la esperanza deberá surgir aquel puro aliento que implanta una sana vocación de porvenir fusionado.

Introduce siempre en tus oraciones también tu ventura, pues oscura será la de tus seres queridos si tus bríos acaban nunca malheridos.

Porque no es lo mismo tener que poseer y aquellos que prefieren llenar el baúl de los recuerdos de caprichosas anécdotas pudiendo colmarlo con impagables experiencias acaban siendo trotamundos en la inerte tierra de los inapetentes espíritus.

El amor y el desamor, a pesar de que nos puedan parecer desde fuera inesperados e incomprensibles, deben o deberían ser siempre aceptados como una parte natural de nuestra existencia.

Perdonadme todos, por favor, y perdóname tu, mi amor. Pero, insisto, yo no he sido. Vivo para amarte y al no tenerte muero. Sueño que eres mía y al despertar y no verte me desespero. Solo espero el mañana con el deseo de recuperar aquel ayer en que me hablaste, aquel ayer en el cual tu sonrisa me inyectó un poquito más de vida. Espero para decirte y planeo tus respuestas como si fuera una película que nunca rodaré. Escribo para ti y con profunda pena aprisiono mis letras en el temor de no ser correspondido y te alejo de mis escritos por el pensar que no seré entendido. No, yo no he sido, yo no soy, no soy yo. Soy tan solo un títere en manos del amor, soy un pobre espejo que no puede reflejar la imagen querida, soy un hombre cobarde por no luchar por un sueño y a la vez temeroso de no verlo nunca realizado, soy un vagabundo perdido en un laberinto donde ni las ilusiones ni las realidades pueden hallar salida.

La cordura de nuestros actos no reside tanto en la lógica que los concibe, ni en la funcionalidad que los motiva. Pues en el anhelo obramos con pasión y en la búsqueda de los sueños usamos el corazón. Pues en la inocencia de un paso lustramos el camino y en el cariño que emana de un evento enternecemos su consistencia. Pues en un obrar con nobleza afirmamos nuestra humanidad y en la limpieza de unas intenciones resaltamos la pureza de nuestras acciones. Y si nuestro proceder deseoso, soñador, inocente, cariñoso, noble y limpio acaba aparentando locura, ¡que vivan los locos, pues de ellos será el más hermoso cielo nunca imaginado!


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