6 ago 2009

Las canciones de mi vida y el amor 4: Ne me quitte pas...

"Ne me quitte pas" (No me dejes...)...



Esa canción acompañó mi infancia en circunstancias que no entendí hasta más tarde pero que dibujaban la immensa tristeza de una madre que sentía haber renunciado al "amor de su vida" por no perjudicar a sus hijos...



No me pidáis explicaciones ni juicios de valor, no os las daré...


Si me atrevo a decir que esta canción es una de las más tristes que nunca se hayan cantado... ¡Y es realmente preciosa!


Otra cosa puede ser la interpretación del mensaje... Me voy a tomar la libertad de hacer algunos apuntes:


A ver, Jacques, ¿si realmente tenías para ofrecer perlas de lluvía porqué las guardabas? ¿No piensas que a lo mejor ella no quiere que cubran su cuerpo de oro y de luz, sinó de amor y pasión? Si crees que tienes la capacidad de crear reinos dónde el amor sea el rey, vaya, ¿por qué no se lo creaste antes de sentir el miedo a perderla? A ver, Jacques,... Y seguiría...


Debereis perdonarme el atrevimiento, pero creo que el uso de esta canción debería estar restringido a historias concretas... Me pone enfermo creer que hay hombres y mujeres que pueden manipular su texto para coaccionar un adiós cantado, para retardar una muerte anunciada...


Esa canción es puro sentimiento, aunque la letra quizás merecería una respuesta...








No me dejes
Hay que olvidar
Todo se puede olvidar
Lo que ya se fue
Olvidar el tiempo
De los malos entendidos
Y el tiempo perdido
Para aclararlos
Olvidar esas horas
Que mataban a veces
A golpes de porqués
al corazón de la felicidad.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
Yo te ofreceré
perlas de lluvia
venidas de países
donde no llueve.
Yo escarbaré la tierra
Hasta después de mi muerte
Para cubrir tu cuerpo
De oro y de luz
Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
Yo te inventaré
Palabras locas
Que tu comprenderás
Yo te hablaré
De esos amantes
Que han visto por dos veces
Arder sus corazones.
Yo te contaré
La historia de un rey
Que murió por no haber
Podido encontrarte.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
Se ha visto a menudo
Resurgir el fuego
Del antiguo volcán
Que se creía demasiado viejo.
Existen tierras quemadas
Que dan más trigo
que un mejor abril
Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
No voy a llorar
No voy a hablar
Yo me ocultaré
Para mirarte
bailar y sonreír
Y escucharte
cantar y después reír
Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes.




Hoy con el vídeo me vais a perdonar: la versión más hermosa de Jacques Brel no se puede trasladar (la encontraréis en http://www.youtube.com/watch?v=lfegOxTCuOQ ). Os aviso que es extremadamente emotiva. Para sustituirla os adjunto una preciosa versión de Nacha Guevara...



Y resulta preciosa la versión en inglés...

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