6 nov 2009

Enamorarse las almas...

En una caja de recuerdos guardo aún la carta en la que mi abuelo materno le pedía a mi abuela poder cortejarla. Él tenía 26 años y ella 14. Corría el año 1904. ¿Saben? Tuvieron 6 hijos y según contaba mi madre fueron, comno pareja, muy felices.

Los tiempos han cambiado y actualmente parece una tendencia muy extendida que los cuerpos se conozcan íntimamente antes que las almas. ¿Mejor? ¿peor? No sé, la verdad...

Si sé que esas relaciones que durante siglos se asentaban en la palabra, muchas veces escrita, tienen un punto de romanticismo encantador...

Hoy en día ese esquema aun se da... Yo conozco parejas sólidas que se conocieron a través de la red... Vía mail... De regiones o paises distantes van uniendo sus destinos en la palabra, en el mensaje... ¿Realmente es eso posible? Yo les digo que sí: uno puede poner tantas, tantas cosas en la escritura. La palabra puede ser tierna, dulce, apasionada, sugerente, misteriosa, ... Un mensaje puede invitar a la imaginación a oler, a sentir, a gozar, a besar, a... En una larga correspondencia dos personas se pùeden llegar a conocer quizás más que otras que se ven cada día para decirse lo básico...

Me parece un tema lindo: enamorarse vía mail... El Encuentro de dos almas que se acarician y llegan a amar con la palabra...

Para honenajear a esos valientes Romeos y Julietas he desenterrado una poesía muy básica pero sugerente que os ofreceré por primera vez y, ¿cómo no?, un precioso, divino fragmento de la película "Tienes un email", el encuentro final...





EL ENCUENTRO

¿Me amas? me preguntas...
Me llamas y no respondo…
Alma e ilusión, salieron,
juntas...
Y yo me escondo,
en un rincón, allá...
Y en la calma
mi corazón murmura:
"dile que sí"...
Pero el decirlo
no cura la duda,
¿verdad?
Y resulta oscura
la soledad del golpeado...
Sí, aquella, la que oculta
el miedo al fracaso...
Más, ¿se asienta el hado
en el pasado?
¿Es el futuro un ocaso del ayer?
Jamás...
La vida construye un muro,
si lo sigues te amurallas,
si lo ladeas lo esquinas,
y huye lo viejo
y hallas lo nuevo…
Distintas tinas aguardan,
con dejo romántico
que pintas siempre tú…
¿Los giros?
no asesinan tu ser…
lo miman… son suspiros…
de los sueños… los tuyos…
Son empeños donde anida eso…
La vida, tu vida…
El beso perdido,
el amor que se ha ido,
el dolor no compartido,
el hogar atrancado,
el abrazo vano
de aquel mar lejano…
Nada te ata, no hay lazo
para aquello que te mata…


¿Me amas? me preguntas...
Me llamas y no respondo…
Alma e ilusión,
salieron, juntas...
Y yo me escondo,
en un rincón, allá...
Y en la calma
mi corazón murmura:
"cántale que sí"...
Pero, ¿existe esa canción?
La que viste lo que siento,
la que te atestigua
que no miento,
la que apacigua el no verme,
la que alivia el no tenerme…
Tibia pasión
es la distancia,
sin ocasión,
¿ subsiste estancia?
Te amo…
En mi palabra va un sello,
hermoso y fogoso…
¡Qué bello…!
Pero sin mano
que te apriete,
sin caricias por membrete,
sin asambleas novicias
de pieles anhelantes…
Ese baile soñado, ¿recuerdas?
A media luz, mis brazos,
tu cuerpo…
¡Santa cruz!
Que te cante que sí…
¿Cómo me vas a creer?
Regazos que alojáis los amores,
¿con qué baladas cantáis?
Albores de enamoradas odas,
moradas de los rapsodas,
¿con que tonadas rimáis?


¿Me amas? me preguntas...
Me llamas y no respondo…
Alma e ilusión,
salieron, juntas...
Y yo me escondo,
en un rincón, allá...
Y en la calma
mi corazón murmura:
"Abrázala y lo sabrá"...
Con el encuentro los ojos se hablarán,
los labios se mirarán,
mis latidos y los tuyos
se escucharán
las pieles se olerán y,
habiendo amor,
las almas se tocarán...
"Abrázala y lo sabrá".
Abrázame y lo sabrás…



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