CAPÍTULO ANTERIOR
ENLACE CON EL ÍNDICE
3.2.4. De la casualidad a la causalidad: De cómo puede existir una sincronización que conduzca dos vidas a encontrarse...
Teresa miró fijamente a Raimon y se quedó pensando. Quería preguntarle algo… Aún sin entender porqué para ella resultaba importante saberlo…
-Y tú, ¿Te quedarás para siempre aquí?
-No, querida, sólo estoy de paso. También tengo hijos, ¿sabes? Y los necesito… Y me necesitan…
-¿Y entonces? ¿Por qué no has vuelto?
- Uy, esa respuesta debe ser larga. ¿Terminamos ya la visita a la Plaza del Parlamento? ¿Tienes más preguntas?
-No, de momento, no.
-Ya habrá tiempo. Si quieres nos sentamos en un banco. ¿Quieres tomar algo? ¿Agua? ¿Un zumito?
- Hombre, sí… Pero no veo ningún bar…
- ¿Para qué queremos bares?
Raimon se acercó a una casa que tenía la puerta entreabierta y llamó, golpeando la madera con los nudillos… Al cabo de poco abrió una chica…
- Hola, ¿querías algo?
- Pues sí, si no estás muy ocupada y no te representa mucha molestia, ¿nos podrías ofrecer un par de vasos de zumo de… de lo que sea?
- Pues claro que sí. Será un placer.
Cuando Raimon llegó con los zumos Teresa estaba muy sorprendida…
- ¡Vaya cara que tienes! ¡Pobre chica!
- ¿Por qué? Esa es otra costumbre de Goig: la hospitalidad. Si la puerta hubiera estado cerrada no hubiera llamado, pues indicaría o que no había nadie en casa o que necesitaban intimidad… Una costumbre que sorprende al principio, sí, pero es linda, ¿no crees?
-Desde luego.
- Oye, te responderé muy escuetamente a tu pregunta y más tarde o en otro momento, si te interesa, seguiremos hablando del tema, ¿sí? Se está haciendo tarde y nos esperan a comer en casa de Miquel Àngel y Mónica… Luego a la tarde: visita al Templo…
- ¡Que bien! Me apetece muchísimo… A ver, cuenta…
- Me preguntaste porqué seguía aquí. Resulta muy sencillo pero a la vez complicado de explicar. Si estuviera aquí mi amiga Claudia…
- ¿Tu amiga Claudia?
-Sí, es escritora y además una apasionada de la filosofía y… imagina, de la física cuántica… Bien, pues ella me relató una vez lo que yo, un escéptico declarado, estaba comenzando a entrever. Sí tu miras para atrás e intentas esquematizar tu vida te dará cuenta de que parece más un guión lógico que una suma de vivencias desconectadas. Podrías incluso poner marcas, señales, y te darías cuenta que las cosas han ido sucediendo más por causalidad que por casualidad. Si llegaste allí fue porque antes pasaste por aquí y después te encontraste a, y luego hiciste… ¿Me vas entendiendo? Las cosas que ocurren y las que tú provocas causan lo que va ocurriendo…
- Sí.
- Pero ese libreto de tu vida forma parte de algo muy grande. Te podría decir el Universo, pero igual te asustarías. Tu trama no empezó a dibujarse cuando naciste. Para que nacieras debieron darse otros guiones, ¿verdad? Y tu esquema, tu guión, con todas sus señales, no podría, no puede aislarse del todo en el cual se produce. Tu guión convive con infinitos guiones, pues no sólo hablamos de personas, hablamos de todo… El libreto de un árbol puede cruzarse con el tuyo e inducir a la trama de una manzana para que te caiga a la cabeza y descubras la Ley de la Gravedad… ¿Te aburro?
- Que va, resulta muy interesante…
- Bien. Claudia me escribió una vez y me contó una teoría muy romántica que al principio no entendí pero que luego pude comprobar: me hablaba de la sincronización entre vidas, de conexiones establecidas desde hace mucho, incluso, quizás, desde siempre. Dos relojes se pueden sincronizar, ¿por qué no dos vidas? ¿dos guiones? ¿o diez? ¿o millones? Para que me entiendas: el guión de tu vida va señalando y se dirige hacia múltiples vivencias, hacia múltiples encuentros. El de otra persona que vive a 20.000 kilómetros hace lo mismo. Sí un día os encontráis, os conocéis, os hacéis amigos o incluso os enamoráis no será por casualidad, será por causalidad. Vuestros guiones estaban sincronizados para llevaros hasta ese ENCUENTRO. ¿Esa sincronización puede hacer pensar que vuestras vidas estaban conectadas desde que nacisteis? ¿Incluso desde antes? Si a esa sincronización la llamamos destino entonces podremos decir que estabais predestinados. ¿Lo ves así?
- Clarísimo. Y, oye, ¿dices que vive a 20.000 kilómetros? ¿Es guapo?
Los dos se rieron con ganas. Raimon, entonces, le guiñó el ojo a Teresa. Ella le respondió cerrando los ojos y lanzándole un beso y soltó…
- Pero, ¿no te hubiera sido más fácil decirme que siguen en Goig porqué te da la real gana?
- ¿Qué pícara eres? ¡Me encanta! ¡Me encantas! ¡Vale! Ya acabo… Cuando aprendes a conocerte, cuando aprendes a escucharte y comienzas a pretender diseñar tú mismo tu vida vas descubriendo cosas que nunca antes habías percibido, entre ellas muchas de esas señales, de esas consignas que te invitan o te aconsejan frenar. Me costó mucho comprenderlo. En esos temas soy muy cabeza cuadrada. Pero un día Pablo… ¿Te das cuenta? Precisamente el suyo es un guión conectado a la vez al tuyo y al mío… Pues Pablo me dijo: “ Esas señales existen y te están indicando cosas. No pretendas comprenderlas pero acógelas en tu conocimiento y luego déjate guiar por tu intuición, pues con ellas en su equipaje será mucho más sabia”
Entonces Raimon se calló. Parecía dubitativo, como si no quisiera seguir, como si tratara de guardar la información que seguía…
Teresa se dio cuenta y no tardó en interrogarle:
- ¿Y? ¿Qué te indicaron esas señales?
- Que mi tiempo en Goig no ha terminado. Que aun siendo un hombre muy completo me faltaba algo que para mi forma de ser y de amar la vida era imprescindible. Que en algún lugar existía un guión predestinado a completar el mío y a completarse con el mío. Que… ¿Por qué sonríes?
- ¿Pues porqué me parece que sé hace rato dónde quieres ir a parar? ¿Por qué te cuesta tanto ir al grano en ese tema?
- Simplemente porqué intuyó que aun no llegó el momento de ser más explicito…
-Y, ¿Cuándo llegará ese momento?
- Él no llegará… Nosotros llegaremos a él…
CONTINUARÁ
LEER EL LIBRO COMPLETADO HASTA AHORA
-Y tú, ¿Te quedarás para siempre aquí?
-No, querida, sólo estoy de paso. También tengo hijos, ¿sabes? Y los necesito… Y me necesitan…
-¿Y entonces? ¿Por qué no has vuelto?
- Uy, esa respuesta debe ser larga. ¿Terminamos ya la visita a la Plaza del Parlamento? ¿Tienes más preguntas?
-No, de momento, no.
-Ya habrá tiempo. Si quieres nos sentamos en un banco. ¿Quieres tomar algo? ¿Agua? ¿Un zumito?
- Hombre, sí… Pero no veo ningún bar…
- ¿Para qué queremos bares?
Raimon se acercó a una casa que tenía la puerta entreabierta y llamó, golpeando la madera con los nudillos… Al cabo de poco abrió una chica…
- Hola, ¿querías algo?
- Pues sí, si no estás muy ocupada y no te representa mucha molestia, ¿nos podrías ofrecer un par de vasos de zumo de… de lo que sea?
- Pues claro que sí. Será un placer.
Cuando Raimon llegó con los zumos Teresa estaba muy sorprendida…
- ¡Vaya cara que tienes! ¡Pobre chica!
- ¿Por qué? Esa es otra costumbre de Goig: la hospitalidad. Si la puerta hubiera estado cerrada no hubiera llamado, pues indicaría o que no había nadie en casa o que necesitaban intimidad… Una costumbre que sorprende al principio, sí, pero es linda, ¿no crees?
-Desde luego.
- Oye, te responderé muy escuetamente a tu pregunta y más tarde o en otro momento, si te interesa, seguiremos hablando del tema, ¿sí? Se está haciendo tarde y nos esperan a comer en casa de Miquel Àngel y Mónica… Luego a la tarde: visita al Templo…
- ¡Que bien! Me apetece muchísimo… A ver, cuenta…
- Me preguntaste porqué seguía aquí. Resulta muy sencillo pero a la vez complicado de explicar. Si estuviera aquí mi amiga Claudia…
- ¿Tu amiga Claudia?
-Sí, es escritora y además una apasionada de la filosofía y… imagina, de la física cuántica… Bien, pues ella me relató una vez lo que yo, un escéptico declarado, estaba comenzando a entrever. Sí tu miras para atrás e intentas esquematizar tu vida te dará cuenta de que parece más un guión lógico que una suma de vivencias desconectadas. Podrías incluso poner marcas, señales, y te darías cuenta que las cosas han ido sucediendo más por causalidad que por casualidad. Si llegaste allí fue porque antes pasaste por aquí y después te encontraste a, y luego hiciste… ¿Me vas entendiendo? Las cosas que ocurren y las que tú provocas causan lo que va ocurriendo…
- Sí.
- Pero ese libreto de tu vida forma parte de algo muy grande. Te podría decir el Universo, pero igual te asustarías. Tu trama no empezó a dibujarse cuando naciste. Para que nacieras debieron darse otros guiones, ¿verdad? Y tu esquema, tu guión, con todas sus señales, no podría, no puede aislarse del todo en el cual se produce. Tu guión convive con infinitos guiones, pues no sólo hablamos de personas, hablamos de todo… El libreto de un árbol puede cruzarse con el tuyo e inducir a la trama de una manzana para que te caiga a la cabeza y descubras la Ley de la Gravedad… ¿Te aburro?
- Que va, resulta muy interesante…
- Bien. Claudia me escribió una vez y me contó una teoría muy romántica que al principio no entendí pero que luego pude comprobar: me hablaba de la sincronización entre vidas, de conexiones establecidas desde hace mucho, incluso, quizás, desde siempre. Dos relojes se pueden sincronizar, ¿por qué no dos vidas? ¿dos guiones? ¿o diez? ¿o millones? Para que me entiendas: el guión de tu vida va señalando y se dirige hacia múltiples vivencias, hacia múltiples encuentros. El de otra persona que vive a 20.000 kilómetros hace lo mismo. Sí un día os encontráis, os conocéis, os hacéis amigos o incluso os enamoráis no será por casualidad, será por causalidad. Vuestros guiones estaban sincronizados para llevaros hasta ese ENCUENTRO. ¿Esa sincronización puede hacer pensar que vuestras vidas estaban conectadas desde que nacisteis? ¿Incluso desde antes? Si a esa sincronización la llamamos destino entonces podremos decir que estabais predestinados. ¿Lo ves así?
- Clarísimo. Y, oye, ¿dices que vive a 20.000 kilómetros? ¿Es guapo?
Los dos se rieron con ganas. Raimon, entonces, le guiñó el ojo a Teresa. Ella le respondió cerrando los ojos y lanzándole un beso y soltó…
- Pero, ¿no te hubiera sido más fácil decirme que siguen en Goig porqué te da la real gana?
- ¿Qué pícara eres? ¡Me encanta! ¡Me encantas! ¡Vale! Ya acabo… Cuando aprendes a conocerte, cuando aprendes a escucharte y comienzas a pretender diseñar tú mismo tu vida vas descubriendo cosas que nunca antes habías percibido, entre ellas muchas de esas señales, de esas consignas que te invitan o te aconsejan frenar. Me costó mucho comprenderlo. En esos temas soy muy cabeza cuadrada. Pero un día Pablo… ¿Te das cuenta? Precisamente el suyo es un guión conectado a la vez al tuyo y al mío… Pues Pablo me dijo: “ Esas señales existen y te están indicando cosas. No pretendas comprenderlas pero acógelas en tu conocimiento y luego déjate guiar por tu intuición, pues con ellas en su equipaje será mucho más sabia”
Entonces Raimon se calló. Parecía dubitativo, como si no quisiera seguir, como si tratara de guardar la información que seguía…
Teresa se dio cuenta y no tardó en interrogarle:
- ¿Y? ¿Qué te indicaron esas señales?
- Que mi tiempo en Goig no ha terminado. Que aun siendo un hombre muy completo me faltaba algo que para mi forma de ser y de amar la vida era imprescindible. Que en algún lugar existía un guión predestinado a completar el mío y a completarse con el mío. Que… ¿Por qué sonríes?
- ¿Pues porqué me parece que sé hace rato dónde quieres ir a parar? ¿Por qué te cuesta tanto ir al grano en ese tema?
- Simplemente porqué intuyó que aun no llegó el momento de ser más explicito…
-Y, ¿Cuándo llegará ese momento?
- Él no llegará… Nosotros llegaremos a él…
CONTINUARÁ
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