CAPÍTULO ANTERIOR
ENLACE CON EL ÍNDICE
3.2.3. En la Plaza del Parlamento: De cómo un pueblo que sirve fielmente a su nación ve recompensada su unión...
A la mañana siguiente el piar de unos pájaros en la ventana despertó a Teresa. Al abrir los ojos pasó revista a todo lo que la rodeaba… No, no había sido un sueño.
En la mesita de noche alguien había dejado una bandeja: tostadas, mantequilla, potitos de mermeladas de diferentes frutas, una tazón grande con café con leche y…una flor. “Vainilla, claro”, pensó. “Qué encanto. Raimon, claro”, concluyó.
Después de desayunar se dio cuenta de que durante la noche habían dejado un armario. Vaya noche, ni se enteró. Había dormido cómo hacía muchos años no recordaba. Abrió el armario y vio que estaba lleno de ropa de mujer. En la parte superior vestidos, faldas, blusas, camisetas,… Abajo dos cajones con… ropa interior. ¿Cómo sabían sus medidas? Uf, mejor no preguntar, ja, ja, ja…
Antes de vestirse fue al aseo. Se lavó la cara y los dientes, se cepilló el cabello,… No iba a ducharse, la noche anterior, antes de irse a la cama, estrenó aquella bañera tan deliciosa.
La noche anterior… El paseo por los sonidos ribereños, la apetitosa cena en casa de Rodolfo y Adriana… ¡Qué buena gente! Y luego Raimon, acompañándola hasta la puerta… Uy, como deseó besarlo… Cómo deseó invitarlo a entrar… Pero no, estaba agotada y seguramente aun no estaba preparada. Si nunca llegaba a hacer el amor con él quería darlo todo, anhelaba poderse mostrar totalmente desnuda, en cuerpo y alma. Antes debía acabar de comprender… Entender el pasado, aprender a perdonarlo, asentar el presente y, que bien sonaba, pincelar el futuro en sus sueños. ¡Quería Nacer!
¿Qué debía ponerse? ¿Qué quería ponerse? Volvió a abrir el armario y estuvo viendo, tocando… ¡Ese vestido verde! ¡Qué estampado tan hermoso! Parece un campo de flores…
Justo cuando ya estaba lista llamaron a la puerta. ¿Cómo…? Va… Teresa abrió y se encontró con Raimon. ¡Qué guapo estaba! Al menos a ella se parecía… Y es que en el sentimiento de la belleza también suele mandar el corazón…
Raimon llevaba un pantalón de lino de color crudo y una camiseta estampada… ¡igual que su vestido! ¿Cómo…? Ya basta, no iba a pasarse el día interrogando la ilógica de lo fascinante…
- Buenos días, hermosa pradera. ¿Has descansado bien?
- Divinamente, ¿no me ves la cara? ¿Y tú? Gracias por el desayuno…
- ¿Yo? He dormido como un angelito en nubes de algodón. ¿Te apetece una primera visita? Hoy no nos moveremos del pueblo…
- Me apetece mucho. ¿Dónde vamos?
- A la Plaza del Parlamento.
- Vamos, pues…
Salieron a la calle y empezaron a pasear. Por el camino iban cruzándose con gente que los saludaba, sin excepción: con una ancha sonrisa, con una mirada alegre, con una palabra afable… Niños, jóvenes, adultos y ancianos…, nadie pasaba de largo haciéndote sentir invisible. Qué sensación tan diferente de la que te hacían vivir en las calles del mundo de donde venía.
Todo el mundo vestía de colores: algunos mezclados en estampados sugerentes, otros brillando por sí mismos. Enmarcados por paredes blancas, pisando un asfalto de tierras vírgenes engomadas en puntos diversos por céspedes silvestres, e iluminados por un sol que, a media escalera, seguía subiendo hacia su trono, el paseo matinal de los goigeños lucía como una pintura impresionista de excelsa belleza.
-¿Cómo se llama este pueblo? – preguntó Teresa.
- Gaudi.
- ¿Y conoces a todo el mundo? Todos nos saludan…
.- La verdad es que no. Nos saludan porqué siempre es un placer cruzar tu camino con alguien. A muchos sí, pero ¿a todos? No. Yo vivo en otro pueblo, más cerca de las montañas. Allí sí que los conozco a todos…
-Y, el nombre del pueblo, ¿es por el arquitecto?
-¿Qué dices? No. Aquí en Goig no existe pueblo, lugar o calle que lleve el nombre de alguien. Partimos de la base de que todos y todas somos muy importantes, importantísimos… Si hubiera que poner el nombre de todas las personas a… Uf… Mira, ya se me contagió tu expresión… Uf…
Gaudi no lleva acento en la “i”. La Fundadora de Goig fue una mujer catalana: Clara Albesa. En honor a ella tenemos muchos nombres en su lengua… Goig significa “goce”, Gaudi equivale a “disfrute”, el río Plaer, que es la equivalencia de “placer”, “Cor” implica corazón, etc.
Mira, ya llegamos. Bienvenida a la Plaza del Parlamento.
Teresa observó el lugar que ante ella se abría… Era una plaza grande y redonda rodeada de casitas blancas y… Vaya, como todas las que había visto en Gaudi… Y…
-¿Y el Parlamento? ¿Dónde está el Parlamento?
-¿No lo ves? Esto es el Parlamento – respondió Raimon y, ante la mirada incrédula de Teresa, añadió – la plaza es el Parlamento.
-¿La plaza?
- Sí, te explico. En Goig no existe un Centro Gubernamental, una capital de la Nación. Todas las personas son igual de importantes luego todas las agrupaciones, los pueblos, lo son también.
Así las cosas no deja de ser necesario un punto de reunión, un lugar donde tomar decisiones cuando hay que tomarlas. Y ese lugar son las plazas del Parlamento. En todas las poblaciones las hay. Esas plazas sirven para reuniones locales y, cuando a un pueblo le toca ser el Centro de Pactos, en su plaza de desarrollan las asambleas nacionales.
-Pero, –intervino Teresa- en esta plaza caben muchas personas…, muchísimas.
-Y es que son muchísimas las personas que tienen derecho a decidir, todas. Todos los habitantes de Goig tienen el mismo derecho.
- Y así ¿os podéis reunir aquí miles de personas y hablar tan tranquilamente?
- Sí, espera. Quédate aquí un momento…
Raimon comenzó a andar y, cruzando la plaza, se situó justo en la parte más lejana. Una vez allí…
Me escuchas perfectamente, ¿verdad? Estoy hablando normal, como si te tuviera al lado. No me preguntes porqué, ni como, pero el urbanista que diseñó las plazas del Parlamento de todas las poblaciones consiguió una acústica ideal para la gente como nosotros, gente, no lo olvides, que no nos gusta gritar. Espera, ya vuelvo…
Mientras Raimon regresaba Teresa se fijó en la forma de la plaza… Estaba claro, pero debía preguntar. Así, cuando lo tuvo al lado…
-Y la plaza es redonda por…
- Lo sabes, ¿verdad? La lógica de los Caballeros de la Mesa Redonda: no hay lugares privilegiados.
-Y, ¿cómo se decide qué pueblo es el Centro de…?
- De pactos…, por sorteo. Y cuando un pueblo lo ha sido sale de la lista a sortear hasta que todos los demás hayan tenido su oportunidad.
- En la exposición de la llegada Aina dijo que teníais la Constitución más antigua… Dijo también que tenía un solo artículo…¿Dónde la guardáis?
- En cada pueblo hay una copia. ¿Qué donde la guardamos? En casa de un vecino. Como es de todos…
- ¿Te estás riendo de mí?
- No, para nada. Mira, ven… -y Raimon cogió de la mano a Teresa y la llevo hasta un poste donde colgaba una lista – Ahora mismo la Constitución está en casa de Nuri Mamá Feliz… No te rías… Ya veremos que apellidos te ganas tú…
Si un vecino de Gaudi necesita la Constitución para lo que sea irá a buscarla a casa de Nuri, luego vendrá aquí a apuntar su nombre y luego se la llevará a su casa.
Se hizo un corto silencio. Parecía todo tan sencillo y, a la vez, era tan increíble…
- Pero, ¿no resulta un lío? Tanta gente, ¿no quieren hablar todos?- preguntó Teresa.
- Tienes que mentalizarte dónde estás y como es la tipología de la gente de este lugar. En esas reuniones habla únicamente quien cree que está capacitado para dar una opinión, un consejo, una alternativa, …algo que sea realmente importante. Nunca hubo problemas ni se alargó una asamblea más de la cuenta. Cuando un tema se ha cerrado se vota, si hace falta, o no, si se constata unanimidad.
-¿Y cómo se vota?
- Generalmente no suele ser necesario pero si lo es entonces se pide a la gente se coloque a un lado u otro de la plaza, según sea su opción. Si se ve entonces una clara inclinación se decide, pero si se intuye que hay dos grupos muy igualados, entonces se vuelve a plantear el tema de otra forma, pues aquí creemos que tomar decisiones que dividen en demasía a la población no es políticamente correcto.
- Una creencia muy acertada. Oye, ahora que me acuerdo, te quería preguntar: ¿Cómo es que enviáis a la Presidenta Honorífica del Gobierno a recoger a los recién llegados?
Raimon se rió con ganas…
-¡Caíste! ¡Todos caéis! Sí, Aina es la Presidenta Honorífica…, y yo el Presidente Honorífico… Todos los goigeños mayores de 18 años lo somos… Es una forma de conseguir que todos y todas estemos y nos sintamos más implicados en el Gobierno de la Nación… Perdona la risa… Tu pregunta era muy lógica. ¿Hay más cuestiones?
- Ya no sé si atreverme – respondió Teresa.
Ahora se rieron los dos.
-Entonces, no hay ministerios, ni gobernadores, ni… ¿Nada?
-Tanto como nada no… Hay comisiones estatales y locales que se especializan en diferentes campos: educación, sanidad, agricultura, pesca, cultura, sanidad… Están formadas por la gente que más entiende… Aquí, eso de que dirija la Sanidad un abogado y la Educación una farmacéutica, por decir algo, nos parecería un mal chiste. Esas Comisiones se reúnen cuando hace falta y si lo consideran oportuno convocan a las asambleas nacional o local, o sea las que se hacen aquí, con todos…
Hay algo que debes entender: una Nación en la que todos sus ciudadanos se sienten integrados, importantes, útiles y sobretodo involucrados acaba funcionando bien casi por inercia… Y aquí llevamos muchos años con este sistema. Por ponerte un ejemplo: yo formo parte como experto de las comisiones nacional y local de Educación… Hace dos años que no nos reunimos. No hizo falta… ¿Comprendes?
- Sí, claro, es tan elemental…- Y teresa se quedó pensando un instante, para seguir…- Oye, paseando por el pueblo no he visto policía…No la hay, ¿verdad? ¿Y leyes? Un Código Civil, un Código Penal,… ¿Algo?
- Ese algo que preguntas tú sabes donde está, ¿verdad? En tu actuar, en tu vida, ¿has necesitado nunca alguna ley escrita, algún código que te diga dentro de qué límites debes moverte?
- Ese algo está en mi conciencia, en la vuestra, ¿no?
- Aprendes a leer muy rápido. Escúchame, ¿Te ha sido fácil llegar hasta aquí? Y una vez aquí, ¿Tenías claro que ibas a encontrar un Guía? Y, ahora que lo tienes, piensas que ya te has ganado tu ciudadanía?
- ¿Fácil llegar? Uf, necesité toda una vida…
- Tú y la mayoría de los que llegan. Y no todos consiguen su Guía. Y de los que lo consiguen, no todos logran quedarse. ¿Vas entendiendo?
- Hay muchos filtros…
-Sí, para los que vienen de fuera. Luego están los que nacen aquí. Ellos ya no necesitan ser filtrados pues crecen con ese saber y con una conciencia sana.
- Aquí no necesitáis que nadie os muestre un libro donde ponga que no has de robar, matar, faltar al respeto… Y, evidentemente, la policía aquí sobraría, se aburriría…
Un nuevo silencio aparcó el diálogo en la era de la reflexión. Para Teresa estaba todo muy claro… El Sistema de Gobierno de Goig era… ¡glorioso! Pero en otras partes resultaría imposible… Sin esos filtros, los lobos… Entonces se acordó de Pablo…
-Raimon, ¿por qué volvió Pablo a Nunca Jamás?
-Pablo tiene familia, hijos, nietos… Si vida está allí. Aquí puede volver siempre que quiera, de visita, pero allí está su mundo, junto a los suyos. Pero, ¿sabes?, su alma es ya goigeña y en Nunca Jamás realiza una labor muy provechosa para Goig. Para nosotros es como…
- Un Profeta, ¿verdad?
- Sí, y para mí, además, un gran amigo…
CONTINUA
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En la mesita de noche alguien había dejado una bandeja: tostadas, mantequilla, potitos de mermeladas de diferentes frutas, una tazón grande con café con leche y…una flor. “Vainilla, claro”, pensó. “Qué encanto. Raimon, claro”, concluyó.
Después de desayunar se dio cuenta de que durante la noche habían dejado un armario. Vaya noche, ni se enteró. Había dormido cómo hacía muchos años no recordaba. Abrió el armario y vio que estaba lleno de ropa de mujer. En la parte superior vestidos, faldas, blusas, camisetas,… Abajo dos cajones con… ropa interior. ¿Cómo sabían sus medidas? Uf, mejor no preguntar, ja, ja, ja…
Antes de vestirse fue al aseo. Se lavó la cara y los dientes, se cepilló el cabello,… No iba a ducharse, la noche anterior, antes de irse a la cama, estrenó aquella bañera tan deliciosa.
La noche anterior… El paseo por los sonidos ribereños, la apetitosa cena en casa de Rodolfo y Adriana… ¡Qué buena gente! Y luego Raimon, acompañándola hasta la puerta… Uy, como deseó besarlo… Cómo deseó invitarlo a entrar… Pero no, estaba agotada y seguramente aun no estaba preparada. Si nunca llegaba a hacer el amor con él quería darlo todo, anhelaba poderse mostrar totalmente desnuda, en cuerpo y alma. Antes debía acabar de comprender… Entender el pasado, aprender a perdonarlo, asentar el presente y, que bien sonaba, pincelar el futuro en sus sueños. ¡Quería Nacer!
¿Qué debía ponerse? ¿Qué quería ponerse? Volvió a abrir el armario y estuvo viendo, tocando… ¡Ese vestido verde! ¡Qué estampado tan hermoso! Parece un campo de flores…
Justo cuando ya estaba lista llamaron a la puerta. ¿Cómo…? Va… Teresa abrió y se encontró con Raimon. ¡Qué guapo estaba! Al menos a ella se parecía… Y es que en el sentimiento de la belleza también suele mandar el corazón…
Raimon llevaba un pantalón de lino de color crudo y una camiseta estampada… ¡igual que su vestido! ¿Cómo…? Ya basta, no iba a pasarse el día interrogando la ilógica de lo fascinante…
- Buenos días, hermosa pradera. ¿Has descansado bien?
- Divinamente, ¿no me ves la cara? ¿Y tú? Gracias por el desayuno…
- ¿Yo? He dormido como un angelito en nubes de algodón. ¿Te apetece una primera visita? Hoy no nos moveremos del pueblo…
- Me apetece mucho. ¿Dónde vamos?
- A la Plaza del Parlamento.
- Vamos, pues…
Salieron a la calle y empezaron a pasear. Por el camino iban cruzándose con gente que los saludaba, sin excepción: con una ancha sonrisa, con una mirada alegre, con una palabra afable… Niños, jóvenes, adultos y ancianos…, nadie pasaba de largo haciéndote sentir invisible. Qué sensación tan diferente de la que te hacían vivir en las calles del mundo de donde venía.
Todo el mundo vestía de colores: algunos mezclados en estampados sugerentes, otros brillando por sí mismos. Enmarcados por paredes blancas, pisando un asfalto de tierras vírgenes engomadas en puntos diversos por céspedes silvestres, e iluminados por un sol que, a media escalera, seguía subiendo hacia su trono, el paseo matinal de los goigeños lucía como una pintura impresionista de excelsa belleza.
-¿Cómo se llama este pueblo? – preguntó Teresa.
- Gaudi.
- ¿Y conoces a todo el mundo? Todos nos saludan…
.- La verdad es que no. Nos saludan porqué siempre es un placer cruzar tu camino con alguien. A muchos sí, pero ¿a todos? No. Yo vivo en otro pueblo, más cerca de las montañas. Allí sí que los conozco a todos…
-Y, el nombre del pueblo, ¿es por el arquitecto?
-¿Qué dices? No. Aquí en Goig no existe pueblo, lugar o calle que lleve el nombre de alguien. Partimos de la base de que todos y todas somos muy importantes, importantísimos… Si hubiera que poner el nombre de todas las personas a… Uf… Mira, ya se me contagió tu expresión… Uf…
Gaudi no lleva acento en la “i”. La Fundadora de Goig fue una mujer catalana: Clara Albesa. En honor a ella tenemos muchos nombres en su lengua… Goig significa “goce”, Gaudi equivale a “disfrute”, el río Plaer, que es la equivalencia de “placer”, “Cor” implica corazón, etc.
Mira, ya llegamos. Bienvenida a la Plaza del Parlamento.
Teresa observó el lugar que ante ella se abría… Era una plaza grande y redonda rodeada de casitas blancas y… Vaya, como todas las que había visto en Gaudi… Y…
-¿Y el Parlamento? ¿Dónde está el Parlamento?
-¿No lo ves? Esto es el Parlamento – respondió Raimon y, ante la mirada incrédula de Teresa, añadió – la plaza es el Parlamento.
-¿La plaza?
- Sí, te explico. En Goig no existe un Centro Gubernamental, una capital de la Nación. Todas las personas son igual de importantes luego todas las agrupaciones, los pueblos, lo son también.
Así las cosas no deja de ser necesario un punto de reunión, un lugar donde tomar decisiones cuando hay que tomarlas. Y ese lugar son las plazas del Parlamento. En todas las poblaciones las hay. Esas plazas sirven para reuniones locales y, cuando a un pueblo le toca ser el Centro de Pactos, en su plaza de desarrollan las asambleas nacionales.
-Pero, –intervino Teresa- en esta plaza caben muchas personas…, muchísimas.
-Y es que son muchísimas las personas que tienen derecho a decidir, todas. Todos los habitantes de Goig tienen el mismo derecho.
- Y así ¿os podéis reunir aquí miles de personas y hablar tan tranquilamente?
- Sí, espera. Quédate aquí un momento…
Raimon comenzó a andar y, cruzando la plaza, se situó justo en la parte más lejana. Una vez allí…
Me escuchas perfectamente, ¿verdad? Estoy hablando normal, como si te tuviera al lado. No me preguntes porqué, ni como, pero el urbanista que diseñó las plazas del Parlamento de todas las poblaciones consiguió una acústica ideal para la gente como nosotros, gente, no lo olvides, que no nos gusta gritar. Espera, ya vuelvo…
Mientras Raimon regresaba Teresa se fijó en la forma de la plaza… Estaba claro, pero debía preguntar. Así, cuando lo tuvo al lado…
-Y la plaza es redonda por…
- Lo sabes, ¿verdad? La lógica de los Caballeros de la Mesa Redonda: no hay lugares privilegiados.
-Y, ¿cómo se decide qué pueblo es el Centro de…?
- De pactos…, por sorteo. Y cuando un pueblo lo ha sido sale de la lista a sortear hasta que todos los demás hayan tenido su oportunidad.
- En la exposición de la llegada Aina dijo que teníais la Constitución más antigua… Dijo también que tenía un solo artículo…¿Dónde la guardáis?
- En cada pueblo hay una copia. ¿Qué donde la guardamos? En casa de un vecino. Como es de todos…
- ¿Te estás riendo de mí?
- No, para nada. Mira, ven… -y Raimon cogió de la mano a Teresa y la llevo hasta un poste donde colgaba una lista – Ahora mismo la Constitución está en casa de Nuri Mamá Feliz… No te rías… Ya veremos que apellidos te ganas tú…
Si un vecino de Gaudi necesita la Constitución para lo que sea irá a buscarla a casa de Nuri, luego vendrá aquí a apuntar su nombre y luego se la llevará a su casa.
Se hizo un corto silencio. Parecía todo tan sencillo y, a la vez, era tan increíble…
- Pero, ¿no resulta un lío? Tanta gente, ¿no quieren hablar todos?- preguntó Teresa.
- Tienes que mentalizarte dónde estás y como es la tipología de la gente de este lugar. En esas reuniones habla únicamente quien cree que está capacitado para dar una opinión, un consejo, una alternativa, …algo que sea realmente importante. Nunca hubo problemas ni se alargó una asamblea más de la cuenta. Cuando un tema se ha cerrado se vota, si hace falta, o no, si se constata unanimidad.
-¿Y cómo se vota?
- Generalmente no suele ser necesario pero si lo es entonces se pide a la gente se coloque a un lado u otro de la plaza, según sea su opción. Si se ve entonces una clara inclinación se decide, pero si se intuye que hay dos grupos muy igualados, entonces se vuelve a plantear el tema de otra forma, pues aquí creemos que tomar decisiones que dividen en demasía a la población no es políticamente correcto.
- Una creencia muy acertada. Oye, ahora que me acuerdo, te quería preguntar: ¿Cómo es que enviáis a la Presidenta Honorífica del Gobierno a recoger a los recién llegados?
Raimon se rió con ganas…
-¡Caíste! ¡Todos caéis! Sí, Aina es la Presidenta Honorífica…, y yo el Presidente Honorífico… Todos los goigeños mayores de 18 años lo somos… Es una forma de conseguir que todos y todas estemos y nos sintamos más implicados en el Gobierno de la Nación… Perdona la risa… Tu pregunta era muy lógica. ¿Hay más cuestiones?
- Ya no sé si atreverme – respondió Teresa.
Ahora se rieron los dos.
-Entonces, no hay ministerios, ni gobernadores, ni… ¿Nada?
-Tanto como nada no… Hay comisiones estatales y locales que se especializan en diferentes campos: educación, sanidad, agricultura, pesca, cultura, sanidad… Están formadas por la gente que más entiende… Aquí, eso de que dirija la Sanidad un abogado y la Educación una farmacéutica, por decir algo, nos parecería un mal chiste. Esas Comisiones se reúnen cuando hace falta y si lo consideran oportuno convocan a las asambleas nacional o local, o sea las que se hacen aquí, con todos…
Hay algo que debes entender: una Nación en la que todos sus ciudadanos se sienten integrados, importantes, útiles y sobretodo involucrados acaba funcionando bien casi por inercia… Y aquí llevamos muchos años con este sistema. Por ponerte un ejemplo: yo formo parte como experto de las comisiones nacional y local de Educación… Hace dos años que no nos reunimos. No hizo falta… ¿Comprendes?
- Sí, claro, es tan elemental…- Y teresa se quedó pensando un instante, para seguir…- Oye, paseando por el pueblo no he visto policía…No la hay, ¿verdad? ¿Y leyes? Un Código Civil, un Código Penal,… ¿Algo?
- Ese algo que preguntas tú sabes donde está, ¿verdad? En tu actuar, en tu vida, ¿has necesitado nunca alguna ley escrita, algún código que te diga dentro de qué límites debes moverte?
- Ese algo está en mi conciencia, en la vuestra, ¿no?
- Aprendes a leer muy rápido. Escúchame, ¿Te ha sido fácil llegar hasta aquí? Y una vez aquí, ¿Tenías claro que ibas a encontrar un Guía? Y, ahora que lo tienes, piensas que ya te has ganado tu ciudadanía?
- ¿Fácil llegar? Uf, necesité toda una vida…
- Tú y la mayoría de los que llegan. Y no todos consiguen su Guía. Y de los que lo consiguen, no todos logran quedarse. ¿Vas entendiendo?
- Hay muchos filtros…
-Sí, para los que vienen de fuera. Luego están los que nacen aquí. Ellos ya no necesitan ser filtrados pues crecen con ese saber y con una conciencia sana.
- Aquí no necesitáis que nadie os muestre un libro donde ponga que no has de robar, matar, faltar al respeto… Y, evidentemente, la policía aquí sobraría, se aburriría…
Un nuevo silencio aparcó el diálogo en la era de la reflexión. Para Teresa estaba todo muy claro… El Sistema de Gobierno de Goig era… ¡glorioso! Pero en otras partes resultaría imposible… Sin esos filtros, los lobos… Entonces se acordó de Pablo…
-Raimon, ¿por qué volvió Pablo a Nunca Jamás?
-Pablo tiene familia, hijos, nietos… Si vida está allí. Aquí puede volver siempre que quiera, de visita, pero allí está su mundo, junto a los suyos. Pero, ¿sabes?, su alma es ya goigeña y en Nunca Jamás realiza una labor muy provechosa para Goig. Para nosotros es como…
- Un Profeta, ¿verdad?
- Sí, y para mí, además, un gran amigo…
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